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Cómo la contaminación por plástico de nuestros océanos acaba en tu plato

por Sea2see RD en 12 de mayo de 2022

Cómo la contaminación por plástico de nuestros océanos acaba en tu plato

Los efectos perjudiciales crónicos de la contaminación por plásticos en el océano y su peligrosidad tanto para el ecosistema marino como para los seres humanos. ¿Qué podemos hacer?

El uso de plásticos en los últimos 50 años ha provocado una acumulación de plásticos sintéticos en el océano. Las partículas más pequeñas, de hasta 5 mm de tamaño, se consideran microplásticos: estos pueden ser consumidos por la vida marina, teniendo un efecto perjudicial en el ecosistema acuático.

Estos microplásticos se forman cuando los objetos de plástico más grandes se descomponen. Las bolsas de la compra, las botellas de plástico y los envases de alimentos son los tipos más comunes de contaminación por plástico en el océano, y constituyen casi la mitad de todos los residuos. Su uso está muy extendido y tienen una degradación extremadamente lenta, capaz de durar cientos de años. Los microplásticos acaban transfiriéndose a lo largo de la cadena alimentaria: desde el coral y el plancton hasta los invertebrados, los peces y las ballenas.

Datos sobre la contaminación por plásticos

Las técnicas científicas para detectar microplásticos han mejorado sustancialmente en los últimos años y la contaminación por plásticos de los océanos sigue aumentando. Así, en los estudios publicados hace 10 años, una media del 15% de los peces contenía plástico. Sin embargo, según estudios más recientes, de 555 especies de peces estudiadas en todo el mundo, se sabe que 386 especies han ingerido restos de plástico: más de dos tercios del total.

Un estudio realizado en el Pacífico Oriental Tropical y el Mar de Galápagos estudió 240 organismos marinos que son consumidos habitualmente por los humanos, entre ellos peces, moluscos cefalópodos y crustáceos. Se detectaron fragmentos de microplástico en 166 especímenes, (69%). 

Estudios recientes también estiman que hay 24,4 billones de partículas de microplásticos en nuestros océanos: el equivalente a unos 30.000 millones de botellas de agua de plástico.

Consecuencias para la salud humana

Los estudios que analizan los posibles efectos en el cuerpo humano están en curso, pero hay pruebas de que los microplásticos (e incluso los nanoplásticos más pequeños) pueden pasar del estómago de un pez a su tejido muscular, que es la forma en que los humanos suelen acabar ingiriéndolos.

Sabemos que los plásticos representan un riesgo tanto para los animales marinos como para los seres humanos porque pueden contener las sustancias químicas tóxicas que se utilizan en su proceso de fabricación. También absorben sustancias químicas nocivas que se han relacionado con el cáncer y otros problemas graves de salud humana.

Otra tendencia es la del consumo de pescado: se ha duplicado desde los años sesenta hasta alcanzar casi 20 kg por persona. Mientras tanto, la producción de alimentos marinos aumenta anualmente a un ritmo del 3,2%, que es el doble del ritmo de crecimiento de la población mundial. La demanda de productos del mar aumenta, aunque su sostenibilidad futura está en duda.

¿Cómo podemos luchar contra esto?

Hay más de 20.000 especies marinas y sólo el 2% han sido analizadas por el consumo de plástico. Ya sabemos que la contaminación de los océanos acaba en nuestros platos, así que debemos hacer más.

Las normativas gubernamentales pueden ayudar: en muchos países del mundo, los políticos ya están haciendo campaña para que se promulguen leyes que obliguen a que todas las lavadoras nuevas estén equipadas con filtros de microfibra de plástico. Los consumidores tienen un gran papel que desempeñar: cuanto más consciente sea el público de los efectos crónicos de la contaminación por microplásticos, más elegirá marcas sostenibles.

Alrededor del 12% de la población mundial depende de la pesca para su subsistencia. En la Fundación Sea2see hemos creado una solución sostenible para el reciclaje de plásticos, beneficiando al mismo tiempo a las comunidades costeras. Nuestro programa de recogida de residuos marinos en África Occidental ayuda a las comunidades locales a ganar dinero recogiendo el plástico marino que reciclamos para utilizarlo en nuestros vasos y relojes.    

Nuestra fundación también colabora estrechamente con Free the Slaves para apoyar su programa local que ayuda a los antiguos niños esclavos de la industria pesquera a pasar a la vida normal mediante la educación. 

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